La idea es disfrutar de un espacio para descargar tinta, como antes me sirvió el papel, ahora de manera virtual; sobre lo que me venga a la cabeza. Para compartir, para ver si alguien más se ve en esas letras. Y por supuesto, para que respondan con lo que quieran
domingo, 22 de agosto de 2010
Mientras vos no recordás ni mis ojos, ni mi teléfono, ni las ganas que siempre tuve de estar al lado tuyo. Eso no me lo podés negar. Siempre estuve ahí, siempre te lo demostré. Y te seguí. Te invité. Te recibí, te acompañé, te mimé y resguardé. Ahora esto es lo que queda, un negro, inmenso, desierto; un mar que se hizo laguna y ya se evapora sin que siquiera te des cuenta.
sábado, 21 de agosto de 2010
febrero 2005
sábado, 14 de agosto de 2010
Serán tristes las noches sin ti,
serán lejanos los días en que te ví.
Encontraré razones para olvidarte,
buscaré en el sueño un mejor lugar para existir.
Siempre podrás volver,
aunque el tiempo halla terminado,
aunque el mundo se halla acabado,
estaré siempre a tu lado.
Penetrarás en la incertidumbre,
y derramando tus lagrimas de cristal,
absorberás al universo en un suspiro infinito.
Te esperaré del otro lado, donde se oculta el sol para siempre.
Anoche despertaste, te fuiste y lloraste.
Pronto descubrí que eran mías las gemas
y compartí contigo mi tesoro,
y desaparecimos en un mar de besos.
No me extrañes lucero,
estoy brillando contigo.
Tal vez mi luz no te llegue
pero tu calor es lo que necesito en este oscuro y frío universo.
2007
lunes, 9 de agosto de 2010
... en la ardua tarea de nacer
miércoles, 4 de agosto de 2010
Hoy me crucé con alguien que creo era tu imagen y semejanza. Qué extraña sensación me dio... Porque en realidad esos 15 minutos de subte los usé para descifrar si esa era o no tu cara después de tantos años. Y me di cuenta, quizás una vez más de qué rápido pasa el tiempo últimamente para mí. Ya me calzan perfecto ciertas canciones de Sabina o Ismael. Será que estoy grande, o que llegué al amor muy temprano, no lo sé. Pero pensé que podría haber pasado tanto que no te reconocería.
Entonces me detuve en los detalles, para tener datos fehacientes. Miré sus manos, y se me hicieron muy similares a las que te conocí. Miré su barba apenas crecida y le busqué los labios, que ciertamente me hicieron dudar. Recordé que tenías un lunar cercano a la boca. Que aquí no se veía. Luego rastreé su cuello, porque el tuyo es inconfundible -recordé-, espigado y blanco, con esa piel casi transparente. Pero éste no parecía así, debajo de tanto abrigo. Ropa que no coincidía con los restos de prendas que solías vestir, desafiando toda moda y sociedad de consumo. "¿Tanto puede haber cambiado?"- pensé. Y aunque el falso vos estaba hablando me sorprendí y me sentí vacía y horrible al notar que no sólo esa voz no me sonaba, sino que no recuerdo casi la tuya, la real. La que me acompañó tanto tiempo e hice mía, cotidiana, mi vida. Mucha impresión me causó no recordar tu voz, y creo que si me detengo a pensar hay muchas otras voces que han sido importantes que me cuesta traer a la mente. ¿Será así la adultez? ¿Al cabo de diez años más recordaré el hoy, o lo que pasó ayer? ¿Por qué ciertas personas que creímos nuestra otra mitad, nuestra vida, un día simplemente no las recordamos casi? ¿Yo seré esa imagen borrosa para muchos? Me entristeció un poco que tenga que ser así. Me dio ganas de escribirlo, nada más...