domingo, 23 de septiembre de 2018

Caracoleando

Hablamos de "estar bien solo" para "luego estar bien con otrx" , conocerse a unx mismx, quererse, bla bla. Y siempre empiezo a sospechar de estas frases, de estos discursos, de lo que "hay que hacer". Empiezo a sospechar porque no puede ser un valor el ser unx todopoderosx, no necesitar de nadie, estar solx, eso no puede ser un valor, al menos uno bueno. Entonces quiero correr a dejarme estar con alguien, a la inmediatez, a resolver la soledad, etc. Pero también sospecho de que simplemente una vuelta atrás sea la solución. Quizás hay que superarse dialécticamente, balancear, y contraproponer. Pienso en que debe ser que está mal dicho, no es "estar bien solo", es "validarse a uno mismo", no "necesitar la validación externa" para estar bien. Ahí me cierra un poco más. Si estamos con alguien o no, es secundario. Por eso, supongo, es que hay gente que nunca estuvo sola y sin embargo es muy segura, y se quiere y respeta a sí misma. Es algo como interno, intransferible, inexplicable, no se percibe de afuera. O sí. 
Si esa es la tarea, sí me parece importante, y la respeto, o intentaré respetarla y cumplirla, por necesaria. La verdad que ante el vacío de no tener pareja, se devela que esa validación externa era una gran pata en mi vida. Y no es que no me sienta "validada" por otras personas. Quizás a lo que me refiero es que alguien te elija por sobre el resto del mundo para una cantidad de cosas. Esas cosas pueden ser muy variadas: convivir, tener sexo, salir, tener charlas profundas, ir al casamiento de un familiar, y demás cuestiones socio culturales que hace que sintamos ese reconocimiento. Es que te elijan por sobre otrxs, eso creo que nos da una inyección de autoestima y amor propio inmediato. Sobre todo si nos quieren bien. Es hermoso, pero estaría bueno que sea una inyección "ad-hoc", innecesaria, porque ya tenemos nuestra dosis permanente de nosotrxs mismxs. Elegirse unx a sí mismx, estar conforme, estar "en eje", queriéndose. Y que además se sume el reconocimiento externo. 
Para mí es una gran tarea aparentemente, la verdad no puedo creer que para el resto no lo sea. Quizás no se lo han planteado, no lo sé. Quizás para algunxs simplemente es más fácil, yo soy la eterna inconformista, enroscada, que le cuesta conocerse a sí misma, conocer su "punto justo de soda". Determinar qué cantidad quiero de qué, qué no quiero y cómo estar firme para sostener esas elecciones. Y disfrutarlas, sobre todo disfrutarlas. 
Una pavada. 
En eso estamos. Por lo pronto, estoy acá escribiendo sola, sin desesperar , disfrutando un poco la falta de ruido ajeno, no corriendo a buscarlo, como siempre hacía. De a poco, este cascarón parece no ser tan incómodo. 

La letra

Existen abandonos sin razón, existen terceros en discordia, falta de amor, despecho, celos, posesión, violencia, subestimación, maltrato, obsesiones enfermizas, relaciones de sumisión. 
Existen tantas letras que versan casi siempre sobre unos pocos motivos de separación y aun menos posibilidades de reacción a esa distancia. Reacciones como venganza, querer recuperar al otro, odiar, tener otro amor/amante, y unos pocos delirios más.
Millones de letras escritas en virtud del dolor de no verlo más, del dolor del engañado, del plan de recuperación a toda costa, de la apariencia de superación en demérito de virtudes del otro, por citar algunos ejemplos. 
Siempre uno es el bueno, el otro es el malo, uno sufre al ver que  perdió, que no hay vuelta atrás, o sufre porque el amado está con otro y uno quiero volver, o uno se afirma en la postura de nunca más verlo porque el otro encarna el mal. 
Existen tantas canciones de amor/desamor, que es imposible a veces distinguir una de otra.

Sin embargo no existe canción para vos y para mí. No hay canción para nosotros. Nadie escribió sobre adorarte aún después, sobre verte y sentir que hoy es ayer, sentir que nadie me entiende como vos, y aun así necesitar hacer una vida en la que vos no seas el eje. Nadie traduce esta alegría mezclada con melancolía que me deja el hablarte cada vez.  Esa sensación de estar acompañada sin dar garantías de nada, sin anillo, sin contrato, sin certeza de mañana, ni de hoy. Esa seguridad de que estoy para vos, y vos para mí, aun habiendo dividido nuestro camino. Ese irremediable amor, puro, que no especula, que no espera nada, que sentimos por haber construido y deconstruido tanto. Es como caminar de la mano sobre las cenizas de una casa nuestra que incendiamos adrede, juntos. Y en esas cenizas nos paramos, las reconocemos, sonreímos a veces, lloramos otras, a veces los dos, a veces de a uno. Pero en esa nada siempre encontramos un rinconcito para sentarnos juntos, aunque sea un rato, y observar, reflexionar, y decirnos el uno al otro que todo pasa, que vamos viendo, que lo nuevo se acerca, y que lo importante es que nos tenemos y jamás nos haremos daño, no importa lo que piense el resto.

El resto puede seguir con sus letras, con sus manuales, con sus instrucciones pre-fijadas, esperando que digamos lo esperable.
Nosotros, en cambio, que nos escuchamos, nos esperamos, nos respetamos, nos acompañamos, nos damos libertad, afecto, apoyo incondicional, alegría y mucho más... Nosotros, deberemos escribir nuestra propia canción. 

miércoles, 25 de abril de 2018

Extracto

Te pongo en ideas que prenden fuego mi mente, mi cama, el reloj. Te doto de atributos que muy lejos están de este amor. Te pido perdón, por hacerte presa de mi imaginación, por hacerte el espejo de lo contrario a ser viejo. Por ensuciar lo más limpio que encontré en estos años, por querer esta noche asaltarte los labios.