domingo, 23 de septiembre de 2018

La letra

Existen abandonos sin razón, existen terceros en discordia, falta de amor, despecho, celos, posesión, violencia, subestimación, maltrato, obsesiones enfermizas, relaciones de sumisión. 
Existen tantas letras que versan casi siempre sobre unos pocos motivos de separación y aun menos posibilidades de reacción a esa distancia. Reacciones como venganza, querer recuperar al otro, odiar, tener otro amor/amante, y unos pocos delirios más.
Millones de letras escritas en virtud del dolor de no verlo más, del dolor del engañado, del plan de recuperación a toda costa, de la apariencia de superación en demérito de virtudes del otro, por citar algunos ejemplos. 
Siempre uno es el bueno, el otro es el malo, uno sufre al ver que  perdió, que no hay vuelta atrás, o sufre porque el amado está con otro y uno quiero volver, o uno se afirma en la postura de nunca más verlo porque el otro encarna el mal. 
Existen tantas canciones de amor/desamor, que es imposible a veces distinguir una de otra.

Sin embargo no existe canción para vos y para mí. No hay canción para nosotros. Nadie escribió sobre adorarte aún después, sobre verte y sentir que hoy es ayer, sentir que nadie me entiende como vos, y aun así necesitar hacer una vida en la que vos no seas el eje. Nadie traduce esta alegría mezclada con melancolía que me deja el hablarte cada vez.  Esa sensación de estar acompañada sin dar garantías de nada, sin anillo, sin contrato, sin certeza de mañana, ni de hoy. Esa seguridad de que estoy para vos, y vos para mí, aun habiendo dividido nuestro camino. Ese irremediable amor, puro, que no especula, que no espera nada, que sentimos por haber construido y deconstruido tanto. Es como caminar de la mano sobre las cenizas de una casa nuestra que incendiamos adrede, juntos. Y en esas cenizas nos paramos, las reconocemos, sonreímos a veces, lloramos otras, a veces los dos, a veces de a uno. Pero en esa nada siempre encontramos un rinconcito para sentarnos juntos, aunque sea un rato, y observar, reflexionar, y decirnos el uno al otro que todo pasa, que vamos viendo, que lo nuevo se acerca, y que lo importante es que nos tenemos y jamás nos haremos daño, no importa lo que piense el resto.

El resto puede seguir con sus letras, con sus manuales, con sus instrucciones pre-fijadas, esperando que digamos lo esperable.
Nosotros, en cambio, que nos escuchamos, nos esperamos, nos respetamos, nos acompañamos, nos damos libertad, afecto, apoyo incondicional, alegría y mucho más... Nosotros, deberemos escribir nuestra propia canción. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario