martes, 30 de agosto de 2011


A veces me pregunto si existe tal cosa como la vocación. Pero ahora llegué a dudar que exista la obligación de tener una, ya que somos nosotros mismos nuestro propio agente demandante, el único real.
Sí hay que ser fiel a uno mismo, o a una misma; darse una vida plena. Y esto, me parece que (esbocé mientras caminaba entre la multitud del andén gris de Constitución), tiene más que ver con la entrega, con expresar y crear sin mezquindad y con amor, en cada cosa de la vida, en cada plan que sintamos trazar. En no tener resquemor a hacerlo, siempre. (Este pensamiento, para mí, y creo que para otras personas como yo, es un antes y un después).
Si hay quienes además dedican toda esa entrega a una sola cosa, bienvenido sea. Pero quizás no todos los seres están así formados. También creo que es un poco una cuestión de época. Cada vez más, hay profesionales de algo, que de pronto crean algo maravilloso en otra disciplina. Y las personas se permiten crecer en otras dimensiones, a lo largo y ancho de su vida. 
No me siento tan sola. Un poco intimidada aún ante el desafío, pero con la expectativa novedosa de la Libertad. 




(Este me encantó. Sí, la nueva Cel se la cree.. jajaj)

miércoles, 24 de agosto de 2011

Esa noche me acomodé en silencio a su lado, con la esperanza de que ese gesto pasara desapercibido. Como si pudiera...
Con su cara en la almohada, abrió los ojos. Y dijo, como si le hubiese quedado atragantado ese comentario desde horas atrás: "Ese vestidito al viento debe ser un alboroto". Sí, "un alboroto" dijo. Me llamó tanto la atención, y me sedujo a tal punto (porque en realidad acostumbraba a estas cosas pero no hacia mí con tanta dirección e intimidad) que tuve que escribirlo preventivamente frente a mi escasa memoria. La cuestión es que le respondí un par de idioteces, ya que, para variar, las mejores respuestas no se me ocurrieron en el momento indicado, sino mucho después. 
Y me habló (¿podría decirse, "inocentemente"?) del vuelo, de la transparencia, de la forma, no sé, no quisiera sugerir acá cosas que él no me dijo, pero podría quizás afirmar que me deslizó un par de insinuaciones. Desde ese momento (y por qué no decir, un poco antes ya) no pude evitar imaginar nuestro encuentro, el choque desenfadado de los cuerpos, las posibles palabras que lo llevarían hasta mis brazos. También me detuve en cada frase sugestiva, en el posible cruce de miradas, en una huída fugaz, en un cuerpo a cuerpo sin tapujos, y un ya calmo y ansiado desenlace. Intenté adivinar cómo sería, de qué manera besa, abraza, acaricia, si realmente sería un arrebato violento el despojo de ropas, o más bien una cándida fluidez. Le puse palabras a su boca, las esperadas, las correctas, las que me harían saltar sobre él. Le dibujé emociones y una comunicación determinada a ese contacto sorpresivo, indebido. Se me presentó hermoso y libre, relajante. Se me presentó también lejos, inalcanzable, ante la inevitable mirada de Ella. Pero, aunque no a él, si a algo hice mío, fue a la libertad de pintar de imaginación la espera.

domingo, 14 de agosto de 2011

sí, es luis fonsi y debe haber salido de operación triunfo o algo así.. pero habló por mí acá


Cuando el aire se agota y te aprietan las botas de tanto
 andar cuando la cuenta es injusta y lo que mas te gusta 
te sabe mal
De repente el disfraz de un soldado valiente te queda 
pintado 
das un paso al frente, por que son urgentes las 
cosas que siempre has callado

Y gritar y gritar y gritar y cederle al coraje un lugar
Y ponerle nombre al miedo
y arrancarle un rayo al cielo ser feliz aunque pueda fallar
por que un nudo en la garganta no se suelta si se aguanta
 las espinas no se deben tragar
Las palabras tienen filo y a mi nadie me ha prohibido gritar

Como un perro asustado que nunca a ha ladrado te sentirás,
 como un disco olvidado que nadie ha tocado resonarás
Por que nadie firmó con su sangre una ley que te quite el
 derecho
De pasar al frente y mostrar los dientes soltando la voz 
de tu pecho

Y gritar y gritar y gritar y cederle al coraje un lugar
Y ponerle nombre al miedo
y arrancarle un rayo al cielo ser feliz aunque pueda fallar
por que un nudo en la garganta no se suelta si se aguanta
 las espinas no se deben tragar
Las palabras tienen filo y a mí nadie me a prohibido gritar

Lo que guardas dentro se irá secando con el tiempo, sacalo 
fuera vale más
Que condenarlo a callar y gritar!!

Y gritar y gritar y gritar y cederle al coraje un lugar
Y ponerle nombre al miedo
y arrancarle un rayo al cielo ser feliz aunque pueda fallar
por que un nudo en la garganta no se suelta si se aguanta
 las espinas no se deben tragar
Las palabras tienen filo y a mí nadie me a prohibido gritar

domingo, 7 de agosto de 2011


-no me había dado cuenta que era tan linda la letra de 
este tema.. acá una parte que me llegó mucho.. 
gracias a debo que la posteó en su FB-

Yo no sé por qué a veces me pierdo
Los ojos se me dan vuelta y me muero por dentro
Y me encierro otra vez y no puedo salir
No puedo ver lo lindo de cada momento
Es que a veces no me le animo al niño que llevo dentro
A veces pienso que están mal algunas cosas que siento
Pero basta ya de eso hecha pa fuera bye bye bom
No tengo tiempo ahora de eso
Estoy en otra cancion,
se acabó

viernes, 5 de agosto de 2011



una vez me enamoré. y no me di cuenta sino tiempo después, después de no vernos más, por supuesto. me pregunto qué estaría pensando, en qué me distraje. qué pensé que era esa sensación.  bajo qué la disfrazé? qué habría pasado si lo descubría y te lo decía. qué habría pasado....? probablemente nada, habrías huido igual a como lo hiciste. o yo habría dudado al rato. y te habría alejado. o me habrías absorbido más de la cuenta, fusionándonos sin remedio, con placer y hermetismo. 
no sé. lo que sé es que maldije el momento en que te alejé. que quise tantas veces tenerte al lado que sentí la suerte de una malabarista con cristales y poca destreza.
y pensé tanto qué te habrá pasado desde entonces que siento que te quise más de lo que probablemente lo hice. quizás por eso busco todos tus rastros, espero figurar en tus recuerdos, con la absurdo intriga de si en algún momento nuestros sentimientos coincidieron