viernes, 18 de febrero de 2011

(mínimamente censurado) Mejor que nombrarte es soñarte. Me iré a dormir con ese deber. Deber placentero y reconfortante, hermoso. Conocerte fue un rayo de luz en la noche, una ráfaga de color que me atravesó la mirada. Encontrarte me hizo querer probarte, instantáneamente, al segundo de descubrirte. Me quedó el ansia de recorrerte, de dejarme vencer en tu piel; de que arañes mis intrigas, desgarrando ese aire denso que se creó entre nuestros ojos. Ese silencio fecundo me dio una señal de que me tenés en algún rincón de tus pensamientos. Pena que tenés otra. Pena que no soy yo la que acaricia tu pelo y duerme en tus sábanas. Me voy a soñarte, amarte, buscarte, odiarte, quién sabe...


junio 2008
hoy hace 4 años..

lunes, 7 de febrero de 2011

Sé que es hora de dejarte atrás. Pero, ¿sabés qué pasa? Hacerlo no es sólo abandonar la idea de tenerte, de recuperarte. No es solamente convencerme de que me equivoqué al creer ciegamente en vos. Es confirmar que puedo seguir equivocándome. Porque vos tenías todo para que yo tuviera expectativas; es decir, las tuve sobre una base real, convincente. Y si hasta vos me defraudaste, ¿cuántos más, y menos convincentes podrían hacerlo? Quién sabe... A eso me resisto, no sólo a dejarte ir a vos. Me niego a creer que me equivoqué tan feo. Me aferro a una inútil esperanza de que esta sensación la reviertas, de que un día vengas y digas. "¿Viste? No estabas tan errada. Acá estoy". Pero no va a suceder. Y cuando acepte que me equivoqué voy a tener que inventarme otra táctica, otra manera de detectar a las personas, a las que te hacen bien, a las que te hacen mal.. Eso me parece inabarcable por el momento. No tengo más ideas, no creé ninguna alternativa, estoy desarmada y decepcionada, como la chica con la cara en el barro en las películas malas, que levanta la vista y ve de espaldas irse a su supuesto amor, abrazando a una más nueva, más hermosa, mejor.