(...) Tu infantilismo machista, tu histeria, tu misterio inútil, tu aire engreído, tu inmadurez, tu falta de coherencia, de tacto, de estabilidad, de armonía, tu dejadez, tus faltas de respeto, tu hermetismo, tu debilidad, son ingredientes decorativos del paisaje que veo en tu cara. Que igual y tontamente me seducen, quién sabe por qué. Será esa extraña conexión con algo que habita en tus ojos y por momentos rebota en tu sonrisa. Explota. Y se vuelve a ocultar. Y lidio de nuevo con tu estar irreverente insoportable. Pero parece que me aferro a esa coloratura de tus ojos. Es el único motivo. No pidas más. El resto de vos me choca, me irrita, me molesta, me persigue, me enferma, me aburre y me pone nerviosa a la vez. Qué rara estoy.

Esa mañana te vi en todas las caras del camino

de pronto recordé

que me había dormido pensando en vos

...todavía?