martes, 12 de junio de 2012


"A veces, cuando nos perdemos en el miedo y la desesperación, en la rutina y la constancia, en la desesperanza y la tragedia, podemos agradecer a dios por las galletas de azúcar bávaro. Y afortunadamente, cuando no hay galletas aun podemos encontrar la calma en una mano familiar en nuestra piel, o en un gesto amable y cariñoso, o en un estímulo sutil, o en un abrazo cariñoso, o en un ofrecimiento de consuelo. Además de las camillas de hospital y tapones para la nariz y pastel danés sin comer y secretos en voz baja y Fender Stratocasters. Y tal vez la ocasional obra de ficción.

Y además recordar que todas estas cosas: los matices, las anomalías, las sutilezas que asumimos que sólo son accesorios en nuestras vidas, de hecho están aquí por una causa más grande y más noble: están aquí para salvar nuestras vidas. Sé que la idea parece extraña. Pero también sé que resulta ser verdad."

(Stranger than fiction, Marc Forster, 2006)

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